Lo que caracteriza sin duda a la infancia es que somos nosotros, sin ningún tipo de aditivo ni aderezo. Inevitablemente sinceros, sinceramente hirientes.
Esta fue una de las composiciones en las que me basé para una serie denominada "Equilibrios", de la que parto con una convicción: que el mundo es un caos.
¿y qué es lo que hace que ese caos siga fluyendo, y no pare nunca, a diferencia de un reloj en el que sus engranajes ya no funcionan? EL EQUILIBRIO.
Dentro de ese equilibrio hay razones por las que ocurre, la que titula este dibujo es la perseverancia y cuyos protagonistas son niños. Portadores de la sinceridad, que aunque haga abrir nuestros ojos ante la verdad más verdadera, hace volvernos más fuertes para no quedarnos atrás y prepararnos para próximos golpes.
Por eso las niñas van cogidas de la mano, la verdad y la sinceridad.